Entre las situaciones menos inesperadas que puede encontrarse un conductor tanto en ciudad como en carretera se halla dar con un incendio. Pero puede ocurrir. Sobre todo, en verano, donde aumentan las probabilidades de que los intensos rayos del sol hagan arder la hierba seca o restos de vidrio que un despistado puede haber dejado en el monte.

Si alguna vez fuéramos a encontrarnos con un incendio en una carretera, lo primero que deberemos hacer será detener el vehículo y encender las luces de emergencia. ¿Por qué? Muy sencillo. En primer lugar, no sabemos la temperatura máxima que puede soportar el coche, la furgoneta o el camión. Y en segundo lugar porque el humo impide que veamos la carretera y con ello los posibles vehículos que puede haber delante de nosotros, con el riesgo de provocar un accidente en cadena.

En caso de que las llamas avancen hacia el automóvil, entonces tendremos que salir del vehículo y alejarnos del incendio a pie. Para ello deberemos cubrirnos las vías respiratorias con un pañuelo y ponernos encima una manta de lana o algodón para taparnos.

Por último, conviene recordar lo más importante: tanto si ocurre en carretera como si sucede en ciudad, hay que llamar al 112. Los servicios de emergencia llegarán pronto.