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Vehículos clásico e histórico: así los diferencia la propia DGT

Vehículos clásico e histórico

Los vehículos en España cuentan cada vez con una edad más avanzada. Tanto es así que la edad media de los vehículos supera los 14 años. Esto significa que, aunque se siguen vendiendo vehículos nuevos, los que están en propiedad siguen circulando. Estos llegan incluso a superar las dos décadas de antigüedad. Así, estas unidades se convierten en vehículos clásicos e incluso históricos.

Tener un vehículo viejo o con más edad no significa un problema en sí mismo. Ya que estos vehículos siguen ejerciendo su función que es la de ayudar a los usuarios en su vida cotidiana. Lo único que diferencian a estas unidades de las más modernas son los avances en seguridad.

En la actualidad, el principal problema en el que se van a ver involucrados los vehículos con más edad son las restricciones para acceder a las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en los municipios que cuenten con más de 50.000 habitantes.

La Dirección General de Tráfico (DGT) lleva un tiempo reconociendo a los usuarios que posean unidades de vehículos con muchos años y que se encuentren en buenas condiciones. Así consigue diferenciar entre las unidades de vehículos clásicos e históricos.

Clásico o histórico, diferencias

Es cierto que no hay distinción oficial. Sin embargo, podemos afirmar que un vehículo es clásico cuando mantiene sus características originales y ha cumplido al menos 25 años desde su fabricación. Esta distinción ofrece beneficios adicionales, como pólizas de seguro más económicas y descuentos en el impuesto de circulación municipal, dependiendo de la normativa local.

En cuanto al histórico, la DGT sí que tiene potestad para establecer un vehículo como histórico. Para ser de esta categoría el vehículo debe contar con varios requisitos. El primero es que debe contar con más de 30 años desde su fabricación. El siguiente es que el vehículo no debe haber sido modificado. Para verificar que esto sea así, se debe pasar una revisión en un laboratorio oficial autorizado por la Comunidad Autónoma. Por último, deberá superar la Inspección Técnica del Vehículo (ITV) antes de ser matriculado como vehículo histórico.

La principal característica de este tipo de unidades es que llevan una placa de matrícula blanca, que lleva la letra H delante, seguida de cuatro números y tres letras.