Bien es cierto que no puedes hacer magia con el gasto de combustible de tu vehículo. Sin embargo, ya sea diésel o gasolina, puedes tomar ciertas medidas para reducir en cierta medida su consumo.

• Circular con el vehículo a altas revoluciones no hace más que acelerar el consumo de gasolina. Por ello, procura llevar el coche con marchas largas y cambiar entre las 2.000 y 2.500 revoluciones.
• Si te encuentras en un atasco importante, apaga el motor. Con el coche arrancado, aunque estés parado, estarás gastando combustible innecesariamente. Pero esto no lo hagas si vas avanzando, sólo si ves que estarás sin moverte un buen tiempo.
• Los nuevos coches incorporan el llamado “start/stop”. Se trata de un sistema de ahorro de combustible que detiene el funcionamiento del motor del vehículo cuando éste se para en un semáforo o en un atasco. Además, de esta forma se reducen las emisiones.

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