Elementos clave de la furgoneta que debe revisar en invierno

El invierno ha llegado pisando fuerte. Esta es la época más controvertida para la circulación por carretera, pues la lluvia, la niebla o la nieve pueden complicar los desplazamientos. Por esto, es necesario revisar ciertos elementos principales de la furgoneta que te permitirán viajar más seguro.

En primer lugar, la dirección debe transmitir al conductor con fidelidad las sensaciones del firme sobre el que circulamos, en sintonía con los neumáticos. Estos últimos son el punto de unión entre el vehículo y el suelo sobre el que circulamos de ahí la importancia de su buen estado.

Revise sus faros. Llevar en un correcto estado la iluminación de su coche es fundamental en cualquier estación del año, pero máxime en invierno, cuando su uso se extiende a todo el día y no únicamente por la noche para poder contrarrestar la pérdida de visibilidad originada por el temporal.

Los limpiaparabrisas son vitales para disponer de una buena visibilidad cuando llueve o nieva. Las escobillas pierden efectividad a los seis meses de su uso. Conviene cambiarlas antes de 1 año, pues con ellas en mal estado puede reducir nuestra visibilidad en un 30%.

¡FRENOS! La distancia que se recorre tras una frenada brusca circulando a 120 km/h es de 25 metros en circunstancias normales. Si bien, debe tener en cuenta que con la lluvia se duplica la distancia, y con hielo, se multiplica por diez, por lo que tener a punto su sistema de frenado puede evitar grandes disgustos.

Atento con el anticongelante. La función del anticongelante es mantener la temperatura óptima del motor –unos 90º aproximadamente– durante su funcionamiento, bien para que el agua usada para refrigeración no se evapore o no se congele.

Recuerde también que el uso de lubricantes sintéticos para el motor, elaborados a partir de gas natural en lugar de petróleo, pueden prolongarse los tiempos de cambio, a la vez que se reduce la necesidad de rellenos de aceite por su menor volatilidad.

El sistema de climatización del coche debe funcionar correctamente para que cumpla con efectividad su función. La calefacción mantendrá una temperatura adecuada en el habitáculo, pero también eliminará –mejor en este caso el aire acondicionado– el empañado de los cristales. Si los filtros están sucios hay que cambiarlos.

Por último, ten en cuenta que las temperaturas bajas reducen la eficacia de la batería, que en estas épocas está sometida a una mayor exigencia para responder a las necesidades de los sistemas periféricos del vehículo (luces, climatización, limpiaparabrisas, luneta térmica, calefacción asientos…). El líquido de las celdas de la batería debe estar en el nivel adecuado y es recomendable proteger los bornes con grasa específica, para no toparse con que el coche no arranca.

Fuente: El Economista

 

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