A menudo, desgastamos de manera prematura los frenos de nuestro vehículo. Esto ocurre con frecuencia en los vehículos comerciales, donde las prisas por entregar a tiempo la mercancía o ser puntuales en realizar un trabajo, acaban haciendo que conduzcamos demasiado deprisa.

Aunque es cierto que todos los frenos se acaban desgastando con el paso del tiempo, debemos tener en cuenta el tipo de vehículo y la manera que tenemos de conducir, ya que estos factores podrían acabar por producir un desgaste prematuro. Las furgonetas son uno de los vehículos con mayor riesgo de desgaste debido a que suelen transportar mercancías.

Consejos para no desgastar los frenos

• Unos frenos desgastados causan que a 120 km/hora se tarden 110 metros en detener el vehículo.
• Respeta la carga máxima del vehículo.
• Pon en práctica una conducción suave, que consiste en respetar la distancia de seguridad con otros vehículos, reducir la velocidad con anticipación y evitar, así, frenazos.
• Utiliza otras técnicas para reducir la velocidad sin pisar el pedal del freno. Por ejemplo, la técnica del freno motor. Este truco consiste en nada más que dejar rodar el vehículo con una marcha metida y sin pisar el acelerador, dejando que se muevan el vehículo por su propia inercia.